Al fondo a la izquierda by Jesús Maraña

autor:Jesús Maraña
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Ciencias sociales
publicado: 2017-05-15T22:00:00+00:00

La bandera más larga

El mismo día y a la misma hora que se reunía el CEC también lo hacía la Comisión Federal de Garantías Electorales del PSOE para el recuento oficial de los avales presentados por los precandidatos apuntados al proceso de primarias para la Presidencia del Gobierno. Es un simple trámite, porque ningún dirigente de relieve ha dado el paso de competir con el secretario general. Susana Díaz ya es presidenta de Andalucía, con el permiso de Albert Rivera (y quizás con la ayuda de César Alierta), pero gracias sobre todo a que ganó con holgura las elecciones de marzo y hasta recuperó la primera posición en votos que en los anteriores comicios le había arrebatado el PP. Díaz ha colocado una pieza sobre el tablero que exprimirá al máximo posteriormente: es capaz de vencer en las urnas. Toca esperar a que Pedro Sánchez triunfe o tropiece en las generales. De ello dependerán los siguientes pasos de Susana Díaz.

Ese martes 16 de junio Sánchez presenta 27.249 firmas de militantes que lo apoyan, y como nadie más logra los avales suficientes será proclamado candidato oficial a la Moncloa por el PSOE sin tener que pasar por unas primarias que tocaba celebrar en julio, y que además habrían sido abiertas a todos los ciudadanos que quisieran votar, previa firma de un compromiso con los valores progresistas. El carácter abierto a todo el electorado y no sólo a la militancia, como veremos, sigue condicionando a día de hoy el futuro del liderazgo en el Partido Socialista, más allá incluso de la actual batalla interna por la secretaría general.

«Con humildad y con emoción, acepto la candidatura del Partido Socialista Obrero Español a la Presidencia del Gobierno de España.» Confiesa Pedro Sánchez que esas eran las palabras que más ambicionaba pronunciar desde que inició su carrera política. Y con ellas abre el discurso que pronuncia ante dos mil personas el domingo 21 de junio en el Teatro Circo Price de Madrid. El Comité Federal acaba de proclamarlo oficialmente y su equipo de asesores, bajo la batuta de Verónica Fumanal, ha preparado un acto «a la americana», inspirado en el día en que Barack Obama fue nominado por el Partido Demócrata a la Casa Blanca. Sánchez sube al escenario de la mano de su mujer, Begoña, él de traje oscuro y ella con vestido rojo. Desde la primera fila lo aplauden Zapatero, Rubalcaba, Susana Díaz, Alfonso Guerra, Guillermo Fernández Vara, Ángel Gabilondo… No falta prácticamente ningún dirigente o exdirigente socialista de las últimas décadas, a excepción de Felipe González y Joaquín Almunia, que se excusan por compromisos previos. Hace de telonero el asturiano Javier Fernández, que nunca ocultó su apoyo a Edu Madina en 2014 y que quince meses más tarde presidirá la Gestora tras forzar la dimisión de Sánchez.

Esa calurosa mañana, el PSOE trata de mostrar que es una piña en el objetivo de recuperar la Moncloa. Las cámaras están pendientes de un saludo entre Díaz y Sánchez que no llega a producirse, pero la andaluza declara su apoyo total a la causa.

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